Cuando hablamos del comportamiento de la función de onda, tenemos que descomponer palabra por palabra para conocer que significa antes de mezclarlo, primero que nada, el comportamiento es el modo en el que un fenómeno natural funciona, la onda es cualquier cosa que tenga una forma de “ida y vuelta”, como cuando tiras una roca en el agua, finalmente una función es la relación entre conjuntos de números, pero, podemos pensar sobre ellas como una máquina matemática en la que pones un conjunto de números en ella y arroja un resultado que depende en ese conjunto ingresado.

Entonces la función de onda es una función gráfica que parece una onda, de este modo la función de onda no parece tan complicada, pero cuando introducimos el comportamiento en un contexto cuántico, la cosa se vuelve un poco complicada. Una función de onda es una representación gráfica de la interdependencia de un conjunto de datos con relación a una partícula donde la entrada puede ser una propiedad medible, la posición de la partícula, qué está haciendo la partícula o en qué momento puede pasar algo y el resultado se vuelva más complejo. No podemos saber nada exactamente pero podemos predecir las probabilidades acerca de las propiedades que podemos introducir.

Y, ¿por qué debe ser una onda? La onda nos da una predicción con las mejores posibilidades para una partícula. Si imaginamos que queremos conocer en qué parte una partícula podría estar en una caja de una dimensión, la manera en la que se comportan las funciones de onda nos dirán en dónde la partícula puede estar sólo mirándola.

Solo mirando, podemos decir que el lugar más probable en el que la partícula esté es en el centro y no en los bordes, pero esto no nos da una probabilidad en sí, sólo una idea general acerca de la posible posición de la partícula. Para hacerlo incluso más complejo la función de onda no sólo va arriba y abajo, está rotando a través de números reales e imaginarios, a la combinación de estos se les llama espacio complejo.